Uno de los sentimientos, más paralizantes que podemos vivir, es el sentirnos culpables.
La culpa involucra otras emociones como la impotencia, la angustia, la tristeza o el remordimiento por algo que pudo haberse hecho o que se ha hecho de forma inapropiada. Es decir, también puede sentirse culpabilidad por un pensamiento o acción que no ha tenido lugar.
De esta manera, la culpabilidad aparece cuando uno mismo dictamina que se ha cometido una falta y que debe ser castigado por ella.
En resumen, el sentimiento de culpa se desarrolla no sólo debido al acto causal (real o imaginario) propiamente dicho, sino también por la percepción y autovaloración negativa del mismo
La culpabilidad tiene una función adaptativa. Al reconocer los propios errores, surge la necesidad de reparar la falta, actuando en consecuencia en el futuro.
Sin embargo, ciertas personas no son capaces de reconocer sus propios límites y aceptar su responsabilidad. Así, no entienden la culpa como una forma de aprendizaje, resultando inflexibles y castigándose en exceso, causando un intenso malestar emocional.
A veces nos sentimos culpables, solo por el hecho de no complacer a los demás
Es una herida que nos acompaña desde nuestra niñez, e incluso puede ser algo transgeneracional, y ahora como adulto, es necesario hacernos responsables y liberarnos de esa emoción que nos duele y paraliza
Por otro lado cuando hablamos de la familia, hablamos de lazos de sangre, por eso, desde la Biodescodificación, si hay un problema de sangre, se revisa los problemas familiares.
Te regalo este Acto psicomágico, espero que te ayude a liberarte de esa culpa que no te perite avanzar
- Toma una hoja en blanco. Totalmente en limpia.
- Escribe con lápiz de grafito
- Vas a comenzar a escribir en ella, todo donde te sientes culpable.
- Escribe hasta los detalles e información, aunque sientas que es algo sin importancia
- Escribe con ambas manos, más con tu mano no dominante que con tu mano dominante, es decir si eres dietr@, escribe con la izquierda o viceversa.
- Escribe y vas a llenar con toda la información que surja ambas caras de la hoja
- Una vez que la termines, la lees lentamente, sintiendo todo lo que allí escribiste.
- La firmas, y para la firma vas a pincharte un dedo para que salga una gota de sangre, y le colocas tu huella en esa gota de sangre
- De esta forma sellas con sangre lo que allí esta escrito.
Luego vas a tomar la hoja y la vas a arrugar como si fuera una pelota, y vas a comenzar a pasártela por todo el cuerpo, principalmente por todos los puntos de dolor. - Hazlo lentamente, sintiendo cada emoción que te llegue en la medida que con el papel estas limpiando cada célula de tu cuerpo de lo que allí está escrito. Esa es tu intención que toda la energía de culpa salga de todas tus células, memorias, improntas, de todo tu entramado energético.
- Al terminar de pasarte el papel, y de sentir que te has liberado de toda esa culpa, vas a tomar un pedacito de papel y te lo vas a tragar, y todo lo demás lo vas a romper y quemar, dejando las cenizas que el viento se las lleve.
- Te sientas, y respiras suavemente, sintiendo todo tu cuerpo, y te empiezas a dar masajes con mucha sutileza por todo tu cuerpo, repitiéndote palabras de amor y contención.
- Después, prepárate algo rico, y te lo disfrutas.
- Si quieres, me escribes para comentarme tu experiencia.
Espero que esto te ayude, y vayas logrando tu equilibrio emocional, físico y espiritual
Contigo en el camino
Mercedes Navas / Facilitador Sistémico Integral